Los gobiernos son clave para enfrentar el cambio climático, sin embargo, el desafío es tan importante que requiere de todas y todos. ¿Quieres aportar en el combate al cambio climático, pero no sabes cómo? Acá te proponemos siete compromisos ciudadanos para sumarte a la acción climática... porque es ¡ahora o nunca!
Utilizar menos energía es un ayuda. Cambiar a ampolletas LED y electrodomésticos de bajo consumo, lavar la ropa con agua fría o tendiendo la ropa mojada en lugar de utilizar la secadora, son ejemplos de optimización de la energía en el hogar. También es importante la eficiencia energética de tu casa a través de, por ejemplo, un mejor aislamiento.
Siempre que sea posible, prefiere caminar o ir en bicicleta, en lugar de conducir. Así reducirás las emisiones de gases de efecto invernadero, además de ser beneficioso para la salud. Para trayectos más largos, prefiere viajar en tren o bus.
Los aparatos electrónicos, la ropa y otros artículos que compramos generan emisiones de carbono en cada eslabón de la cadena de producción, desde la extracción de las materias primas hasta la fabricación y el transporte de los productos al mercado. Para proteger nuestro clima, reutilizar, reparar o reciclar pueden ser una gran ayuda.
Comer más verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas, y menos carne y productos lácteos, puede reducir considerablemente tu impacto medioambiental. La producción de alimentos de origen vegetal suele generar menos emisiones de gases de efecto invernadero y requiere menos energía, tierra y agua.
Cuando tiras comida, también desperdicias los recursos y la energía que se utilizaron para cultivarla, producirla, envasarla y transportarla. Y cuando los alimentos se pudren en un vertedero, producen metano, un potente gas de efecto invernadero. Así pues, utiliza lo que compres y convierte en abono los restos. Disminuir los residuos de los alimentos puede reducir tu huella de carbono hasta en 300 kilogramos de CO2 equivalente al año.
Los seres humanos, los animales y las plantas sufren las consecuencias de la contaminación del suelo y el agua por la basura desechada de forma inadecuada. Utiliza lo que necesites y, cuando tengas que tirar algo, hazlo correctamente. Educa a los demás para que hagan lo mismo y participa en las limpiezas locales de parques, ríos, playas y otros lugares. Cada año la gente tira 2000 millones de toneladas de basura. Aproximadamente un tercio causa daños al medio ambiente, desde la obstrucción de las reservas de agua hasta el envenenamiento del suelo.
Habla y haz que otros se unan a la acción. Es una de las formas más rápidas y eficaces de marcar la diferencia. Habla con tus vecinos, colegas, amigos y familiares. Haz saber a los dueños de negocios que apoyas los cambios valientes, desde productos y envases sin plásticos hasta vehículos sin emisiones. Apela a los líderes locales y mundiales para que actúen ya. La acción por el clima es una tarea de todos y que nos concierne a todos. Nadie puede hacerlo solo, pero podemos hacerlo todos juntos.
(*Recomendaciones ciudadanas basadas en publicaciones de Naciones Unidas)